La introducción del mundo de la tecnología a las nuevas generaciones ha traído muchas cosas buenas consigo pero también otras muchas malas. El fácil y sencillo acceso a la información es una de sus principales ventajas así como la utilización de las redes sociales para relacionarnos. Pero no debemos de olvidar que los menores se tienen que desarrollarse como personas, vivir su juventud jugando con los demás, equivocándose y estableciendo una serie de habilidades en sus relaciones sociales. La tecnología dificulta gravemente este proceso ya que desde edades muy tempranas los alumnos tienen un móvil en la mano, en muchos casos desde las etapas de prescolar , lo que hace esto es que los niños no quieran salir a la calle a jugar y prefieran quedarse en casa viendo la tele, con los videojuegos o manejando el móvil. Esto conlleva consigo que los menores no tengan contacto con las demás personas y no sean capaces de poder relacionarse con otros niños por sí solos, sino que solo puedan hacerlo a través de la pantalla de un teléfono, esto podría afectar a corto, medio y largo plazo en su vida tanto personal como profesional.
Además de crear unas mentes
vagas, acomodándose demasiado ya que internet lo da todo hecho y no pueden ver
las diferentes cosas por sí mismos.
Pienso que se debe de concienciar
a las familias y hasta prohibir que los
menores tengan un teléfono móvil hasta
una determinada edad, por ejemplo los primeros años de la eso y
posteriormente con una serie de
limitaciones horarias.
En un porcentaje elevado el
fracaso escolar y el empeoramiento de las calificaciones viene cogido de la
mano al exceso del uso de las nuevas tecnologías.
Ante todo lo anterior, no podemos
olvidarnos del Cyberbullying cada vez
más presente en nuestra sociedad, con las consecuencias y repercusiones que
trae consigo.
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